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mismo tipo de ideas y... ¿Qué piensas hacer al respecto?
 Ya te lo he dicho. Poner todos los parches que pueda.
 ¿Y después? Si es que aún vivimos después. Con una repentina y extraña timidez, él
apartó la vista.
 No lo sé, espero que poner parches sea divertido, no sé si me entiendes. Si no quizá
no lo intentase, siendo un hombre viejo y cansado como soy. ¿Después?...; la pregunta
es interesante. Puede que después Atontado y yo... Usaré Muddlind Through y tendremos
más de un buen juego de póquer ahí arriba... Quizá preparemos una pequeña expedición
totalmente fuera del espacio conocido, a ver qué podemos encontrar.
 Te envidio  estalló ella. El se volvió con rapidez.
 Eh, querida, maldita sea  explotó . ¿Por qué no vienes también?
Ella levantó las manos como para defenderse de algo.
 Oh, no, imposible.
 ¡Bah!  él hizo un gesto como si cortara algo . ¿Cómo violarías la conservación de
la energía si lo hicieras? Quizá la conservación de la gravedad, quizá. Pero supón que
abdicas dentro de cinco o diez años. Deja que Eric te suceda antes de que el tiempo le
vuelva comodón. ¡Te vienes conmigo!
Vació su jarra, la tiró contra el suelo y le dio una palmada en la espalda mientras
señalaba al cielo con un amplio gesto de la mano derecha.
 Un universo donde todos los caminos llevan al azar  continuó . La vida nunca nos
falla; nosotros fallamos a menos que la busquemos.
Ella se apartó ligeramente, mientras se reía en voz baja.
 No, no, detente, Nick. No vinimos aquí para discutir planes absurdos... o política, o
filosofía..., sólo para estar juntos. Necesito algo de beber.
 Yo también  dijo Van Rijn . De acuerdo, beberemos a la salud de la luna y del sol,
cantaremos canciones alegres e intentaremos danzar a la música de un oratorio de Bach,
y no seremos locos solemnes, sino locos honrados, sólo acuérdate de lo que hemos
hablado.
Le ofreció el brazo, ella lo tomó y volvieron a la casa de sus padres.
Adzel se tambaleaba a lo largo de un sendero en el acantilado que conducía hasta el
río, llevando en una mano una jarra de cinco litros que le habían dado sus luchadores por
la libertad. La había rellenado más de una vez con martinis y se le oía cantar desde un
kilómetro de distancia, Baw-aw-abejita-eer abejita dum abejita baw, algo semejante a un
alegre trueno. Vio a Chee sentada sobre una roca al borde del agua y se detuvo.
 Hola, pensé que te encontraría aquí.
La cynthiana volvió hacia él la boquilla de su cigarrillo, provocando el rastro de una
diminuta cometa roja con su extremo.
 Y yo di por supuesto que vendrías aquí cuando hubieses bebido lo bastante para
ponerte sentimental  murmuró ella . Grandullón.
Entre los bosques, el agua y el cielo, Adzel se erguía ligeramente inestable. Se
acercaba la aurora. Por encima de sus cabezas, las estrellas iban palideciendo entre los
farallones del cañón, que eran aún los baluartes de la noche, y por el este subía la
claridad. El torrente brillaba, resplandecía, se enroscaba sobre los troncos y espumeaba
contra las piedras, abriéndose camino entre las rocas y la maraña de árboles. La voz del
agua sonaba risueña de acantilado en acantilado. El wodenita aspiró largamente la fresca
humedad, los olores del verano de las tierras altas.
 Bueno, nuestra última oportunidad  dijo . Pasado mañana emprenderemos viaje
de vuelta hacia nuestros hogares. Evidentemente, estoy deseando volver, sí..., pero han
sido buenos años, ¿verdad? Echaré de menos a mis compañeros. Ya se lo dije a Davy.
Llamé por teléfono a Atontado en Williams Fields y también se lo dije, me contestó que no
estaba programado para emocionarse, pero... me pregunto si era así. Ahora te toca el
turno a ti, pequeño ser  dejó caer una mano que era lo bastante grande como para
cogerla entera, pero la caricia fue muy suave y ella la recibió a cuatro patas, con la
boquilla desganadamente cayendo entre los dientes . Ven alguna vez a Woden, tu gente
viaja por el espacio y tú estarás haciendo inversiones en viajes espaciales y haciéndote
rica. Ven a visitarme.
 ¿Con esa gravedad? ¿Con ese calor?  dijo ella despreciativamente.
 Esa salvaje y brillante llanura donde los vientos están libres y el horizonte sin fin
siempre ante nosotros, donde hay flores bajo nuestros pies, una tierra que es el Nirvana
viviente... Aiyu, Chee, ya sé que estoy diciendo tonterías, pero es que me gustaría
compartir contigo todo lo que puedas comprender.
 ¿Por qué no vienes tú a verme? Podríamos construirte un juego de propulsores para
que pudieses disfrutar de un viaje de rama en rama.
 ¿Crees que me gustaría una cosa así?
 Espero que fueses lo bastante inteligente para ello. La luz sobre un mar de hojas,
pero llena de formas y misterios, un grito de color en las alas y en los pétalos, las cañadas
por donde corren alegres los riachuelos...  la cynthiana se reprimió y exclamó : ¡Dood
en ondergang, ya estoy haciendo lo mismo que tú! Adzel sonrió entre sus colmillos, y dijo:
 Por lo menos estamos de acuerdo en que deberíamos vernos de cuando en cuando
para intercambiar mentiras sobre los viejos tiempos.
Chee tiró la colilla, la enterró en la roca donde estaba sentada y pensó si debía añadir
más narcótico al que ya había tomado. Sus ojos esmeralda en la máscara de su rostro se
fijaron en la jarra de Adzel, agitó la cola como despidiéndose de la prudencia y recargó la
boquilla con una bolsa que llevaba colgada de la cintura.
Después de encender el nuevo cigarrillo, declaró rápidamente:
 Seamos racionales durante un momento, si es que me perdonas la expresión. Creo
que en los años venideros tú y yo volveremos a trabajar juntos sencillamente porque las
circunstancias no nos permitirán disfrutar de nuestro ocio. No podemos volver a casa y
encontrar lo que dejamos atrás en nuestra juventud; quizá esté aún allí, pero nosotros no
somos los mismos, ni tampoco el resto del cosmos. Seremos ricos, poderosos, yo en
términos absolutos, tú en términos más relativos con respecto a tu sociedad, mientras que
en el exterior el orden de cosas establecido por el pueblo de la Tierra se desmorona en el
ardiente infierno que ellos mismos están estableciendo.
»El viejo Nick sabe todo esto. Hará lo que pueda, aunque sólo sea porque nunca dejó
una partida mientras tuviese una pequeña baza; pero de todas formas estará haciendo lo
que pueda para atajar el mal. Cyn-thia, Woden... ¿nos quedaremos sentados y dejaremos
que se conviertan en víctimas después que hayamos muerto cómodamente? ¿O [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

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